Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): Me parecía que lo dicho y con la sinceridad con que lo he expresado, le bastaría al Sr. Botella, respecto a la clase de preferencia que debe darse a las cuestiones económicas lo mismo en el otro que en este Cuerpo Colegislador, dada la altura a que nos encontramos; pero quiere el Sr. Botella que yo haga una declaración cerrada acerca de que no se discuta más que las cuestiones económicas mientras éstas no vengan en su totalidad aquí, y el Sr. Botella comprende que eso no se puede hacer. Yo le digo a S.S., que mientras haya materia para el debate y pueda discutirse una cuestión económica de las que no admiten espera, de las que tienen plazos fijos, lo mismo en el Congreso que en el Senado, se antepondrá a toda otra cuestión. (En la mayoría, muy bien, muy bien. ?El Sr. Calderón y Herze: ¿Y a las reformas militares?) A todo, porque la Constitución lo exige; pero comprenda también el Sr. Botella, que hoy mismo, por ejemplo, el Sr. Ministro de Hacienda necesita estar en el Congreso, precisamente por tratarse allí de una cuestión económica. Pues bien; si aquí se discute otra cuestión de esta clase para la cual se necesita la presencia del Sr. Puigcerver, ¿qué va a hacer el Senado? ¿Se estará cruzado de brazos porque el Sr. Ministro de Hacienda no se halle presente? Pues claro está que ese espacio de tiempo se aprovechará para discutir y votar otros proyectos de ley que el Gobierno cree preferentes y con razón, y esto se hará lo mismo en el Senado que en el Congreso, porque lo demás sería perder el tiempo.

Esté, pues, tranquilo el Sr. Botella. ¿Qué interés tiene el Gobierno en retrasar las cuestiones económicas? ¡Pues si no hay nada que el Gobierno necesite más (no solo que lo desee sino que lo necesite más) que tener resueltas las cuestiones económicas! Entre otras razones, ¿sabe el Sr. Botella por qué? Por que si estuvieran resueltas las cuestiones económicas, tendría el Gobierno el gusto de que los Sres. Senadores [2140] pudieran ya ver más próximo el momento en que empezasen a ocuparse de la manera cómo han de veranear lo más cómodamente posible (Risas), y además, me dejarían resolver más tranquilo si podía acompañar, como es mi deber, a S. M. la Reina; cosa que ahora, por la circunstancia indicada, dudo poder hacerlo; con que ya ve S.S. si tengo interés bajo distintos conceptos. Le repito, por tanto, al Sr. Botella, que esté tranquilo acerca de este punto.

Respecto a si regirán estas leyes si son aprobadas aunque no se aprueben los presupuestos, es evidente que sí; como rige una ley de ferrocarriles en la cual se establece una subvención aunque no estén aprobados los presupuestos; porque desde el momento en que las Cortes la votan, esa subvención se considera comprendida en el presupuesto de gastos, y lo mismo sucedió con la ley sobre cajas especiales y con todas las demás que no hay para qué recordar ahora. ¿De dónde saca el Sr. Botella esa teoría especial?

Claro está que si las Cortes están votando ahora leyes que determinan ingresos y leyes que implican rebaja en los gastos, unas y otras regirán con los presupuestos actuales; los venideros ya se discutirán. ¿Qué inconveniente legal hay en ello? Ninguno. Pero el Gobierno no se conforma con esto; quiere que además de estas leyes se discutan los presupuestos, porque todavía en su discusión podrán hacerse algunas reformas convenientes a los intereses del país, y el Gobierno desea que se hagan porque está en ello más interesado que nadie.

Por lo demás, si un obstáculo superior, si una fuerza mayor impidiera la discusión de los presupuestos después de aprobadas estas leyes, estas leyes regirán, y se establecería el impuesto sobre los alcoholes y sobre los petróleos y todos los demás que comprenden las leyes económicas que estamos discutiendo.

Creo que el objeto principal del Sr. Botella era que yo hiciera ciertas declaraciones, que no tenía necesidad de repetir porque las he expuesto siempre y las he hecho de una manera tan explícita como puede hacerlas el Gobierno, y, por tanto, no tengo más que contestar a S.S. [2141]